MÁS QUE UNA ENFERMEDAD

A primera vista no me ocurre nada. No tengo dolores, ni fiebre. Sólo me sucede que vivo minutos eternos de lamento, segundos imborrables de lágrimas, horas llenas de rabia. Preguntas sin respuesta. Deseos de huir, noches sin dormir, ganas de rendirme, sensación de suciedad, desesperación, esclavitudes mentales.

Es duro aceptar la realidad, ver que las cosas no son como espero, que todo mi mundo se derrumba en un instante y, en ese instante, me siento tan frío como una piedra. No es sencillo vivir así, vivir con lágrimas en los ojos, con miedos constantes, con gritos ahogados, con angustia. Eso no es vivir, pero siempre hallo consuelo pensando que la vida continúa, que puedo tener fe en mí y ser capaz de derretir ese bloque de hielo, aunque luego ni me queden fuerzas para intentarlo.

Todos hemos llorado, todos hemos sentido miedo, hemos reído de felicidad, nos hemos enamorado, hemos perdido ilusiones y hemos ganado batallas. También hemos experimentado el dolor por estar solo.

Supongo que estas primeras palabras lo resumen todo. ¿Quién no se ha sentido alguna vez así?, ¿quién no ha pasado por ello? Yo he atravesado por todas esas sensaciones en demasiada profundidad y creo que aún sigo atravesando.

Más allá de estas tristezas y penas, hay estados de ánimo que se prolongan y profundizan el descenso del tono del humor, ponen en riesgo la salud y hasta la vida de quien los padece.

Son miles los detalles que me han conducido a esta situación. Granito a granito se fue construyendo una montaña que, al final, pudo conmigo. A esa montaña le puso nombre y apellidos un especialista médico: depresión.

Incontables han sido las veces que he dicho: “Prefería cualquier otra enfermedad antes que ésta”.

Muchos son los especialistas médicos que señalan que esa frase permite valorar la magnitud del tormento de la persona deprimida.

La depresión afecta a personas de todos los colores, razas, posición económica y edad. No hay duda alguna, soy parte de esas personas, aunque parezca vivir en circunstancias relativamente ideales.

Esta es mi historia y quizás existan muchas iguales, pero sólo los que la vivimos, sabemos cómo se escribe, por mucho que consultes libros o páginas web.

La mía aquí te la escribiré.


martes, 11 de enero de 2011

B.S.O de mi depresión (Parte II)

Durante aquellos días de encierro, mi depresión danzaba al son de melodías diversas, y de alguna manera me obligaba a danzar a mí al mismo ritmo.

Los días amanecían aparentemente azules, pero se iban tiñendo poco a poco del mismo gris intenso que inundaba mi cabeza. Trataba de recuperar la tonalidad inicial con la música, pero a veces ese gris intenso terminaba atrapándome por completo.

En cierto modo, necesitaba llenar tantos espacios vacíos en mi interior. Sin embargo, a veces es peor el remedio que la enfermedad. Cuando careces de otras válvulas de escape, recurres a lo que siempre has creído que funciona. Para mí, era la música y lo seguirá siendo.

En un rincón, en una silla, con un cigarrillo, me dejaba llevar por el dolor, la angustia, la tristeza, la desesperación, por todo aquello que debía haber derramado en su momento.

Esos instantes estaban acompañados de lo que siempre será la Banda Sonora Original de mi depresión:

- My father’s eyes de Eric Clapton.
- My love de Mark Owen.

- My way de Robbie Williams.

- My, my, my de Rob Thomas.
- Nessum dorma de Puccini.

- Never forget de Take That.

- Never let you go de New kids on the block

- No es lo mismo de Alejandro Sanz.

- No te puedo olvidar de O.B.K.
- No te quiero, sino porque te quiero de Antonio Vega.

- Nobody else de Take That.

- Nothing else matters de Metallica (London Symphony Orchestra).

- Oh happy day de Lauren Hill.

- One night de Joey McIntyre.
- One of God’s better people de Robbie Williams.
- Please, forgive me de Bryan Adams.
- Praying for time de George Michael.

- Radio de Robbie Williams.
- Remember me de Joey McIntyre.

- Romeo and Juliet de Dire Straits.

- Romper la voz de Patrick Bruel

- Runaway train de Soul Asylum.
- Say goodbye de Jordan Knight ft. Deborah Gibson.

- Ser mejor de Robbie Williams.
- Since I don’t have you de Guns ‘N’ Roses.

- Since you walked into my life de New kids on the block.

- Sister golden hair de America.

- Somebody to love de George Michael (Queen).
- Songbird de Fleetwood Mac

- Sorry seems to be the hardest word de Blue ft. Elton John.

- Stairway to heaven de Led Zeppelin.

- Streets of Philadelphia de Bruce Springsteen.

- Sweet child o’ mine de Guns ‘n’ Roses.

- Sweetest thing de U2.

- Tears in heaven de Eric Clapton.
- You de Ten Sharp.
- The american dream de Marky Mark and The Funky Bunch.
- The day after tomorrow de Take That.
- The end of the road de Boyz II Men.

- The leaving song de Immaculate Fools.

- The sound of silence de Paul Simon & Art Garfunkel.

- Tiempo de Jarabe de Palo & Manu Chao & Jovanotti.
- Time and Chance de Color Me Badd.
- Too many angels de Jackson Browne.

- Tu recuerdo de Ricky Martin.

- Tus ojos de Pablo Moro.

- Una canción para mamá de Boyz II Men.
- Under the bridge de Red Hot Chilli Peppers.
- Valentine girl de New kids on the block.
- Vodka y caramelos de Pablo Moro.

- Waiting for that day de George Michael.
- When you say nothing at all de Ronan Keating.
- Who I am de Will Young.

- Wild horses de The Rolling Stones.
- Wish you were here de Immaculate Fools

- Wish you were here de Pink Floyd.
- With a little help of my friends de Joe Cocker.

- Wonderful tonight de Eric Clapton.
- Yesterdays de Guns ‘n’ Roses.

- You gotta believe de Marky Mark and The Funky Bunch.

- You have been loved de George Michael.